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domingo, 22 de diciembre de 2013

Compartiendo...(Capitulo 1)

Hace unos días "me cayeron varias fichas", tuve uno de esos momentos donde te "baja" una información ( que siempre esta ahí). Me bajó al cuore y pude comprender(me) mejor.

Resulta que siempre ha sido natural para mi la soledad, siempre me ha sido cómoda. Desde niña, podía pasarme horas y horas navegando en mi mundo interior sin enterarme de nada.
Recuerdo que era "la fantasiosa", " la soñadora" de mi familia, y siempre parecía "colgada" en otro mundo, mi maravilloso mundo interior.

Y siempre he sentido curiosidad, una tendencia natural a los "¿ Por Qué?". Volvía loca a mi madre preguntando hasta el cansancio todo, y a cualquier esfuerzo (y esperanza) de respuesta última, yo envestía: ¿por qué?. A veces la dejaba sin respuestas, y menos aún, paciencia; mandándome a hacer algo mas para liberarse de mi incansable interrogatorio.

Digamos que parecía un alma "pasiva", casi una sombra, como alguien que anda de puntillas. Mi hermana mayor me tenia de "hija" y es famoso en mi familia el día que "reaccioné", todos aliviados de que se haya hecho "justicia", y haya dado señales de vida.

Era observadora y callada. Papá siempre se sorprendía y decía: " La gorda no habla nunca pero cuando habla..."
Era madura para mi edad...curiosa y misteriosa. Todo muy hermoso... hasta que: empezaron las clases y tuve que encontrarme con la existencia de otros mundos, el mundo de los otros.
Posdata: conflicto.
Me superó la situación. Creo que en algún sentido, aún lidio con ello.

Aun estoy en esa búsqueda de comunión de mi mundo con el mundo, de mi mundo con tu mundo.
Leía " Comer, rezar, amar", y entonces, una sensación corporal , una información, tomó presencia, y empezó a vibrar en mi:

La vida puede volverse mucho mas maravillosa cuando tu felicidad y paz interna, se encuentran con otra, de una naturaleza distinta. Todos sabemos que en si, son la misma, solo que cada uno le da el color y el sonido que mas le queda o le resuena.

Y descubrí que ahí, justamente ahí, esta mi "incomodidad", mi descubrir, donde todo es nuevo para mi, y nunca se qué hacer, cómo dejarme ser.

Fue allí que recordé que, en la vida, son justamente esas "incomodidades", "bloqueos" u "obstáculos" los que nos impulsan a aprender, descubrir y desear ser felices.
Si sigo eligiendo la "comodidad" que me resulta de estar conmigo misma, entonces ¿de qué va este cuento? ¿ dónde esta la gracia? ¿ dónde aprendo?

Si a muchos les resulta fácil encontrarse y acompañarse de otros por miedo a lo que se sienta cuando se queden solos, ( cosa que, como todo, la vida se encarga de que aprendas por las buenas o de un "golpe"), lo que me sucedía a mi, era todo lo contrario.

Mi comodidad, mi facilidad era estar conmigo.

El encuentro con los otros, hasta con mi propia familia, muchas veces me frustraba. Sentía no pertenecer a ese mundo que me resultaba tan lejano.
Siempre terminaba loca, obsesionada y deprimida en mi osadía por descifrar ese mundo tan extraño.
Sentía que me "vendían espejitos de colores", saqueaban, arrasaban con la paz de mi mundo y me dejaban como una extraña en sus propias tierras, cual aborigen ante la colonización de América.

Paso el tiempo, y mis inevitables días de ir a la escuela, ser adolescente, etc, se fueron resolviendo, integrando en mi...Hice amigos.
Debo confesar que tuve la suerte de encontrar almas especiales para mi, con la grandeza de disolver mi extraña distancia con amor, el coraje de seguir ahí y sacar lo mejor de mi.

Asi que, primero con la familia, luego en la escuela y con los amigos...esto de vincularme se me fue haciendo menos "peligroso", menos "amenazante"...

Pero la cosa no termino ahí...y como siempre, el nuevo desafío no se hizo esperar.

El mundo masculino.

Nada me resultaba mas lejano y misterioso que el mundo masculino.
Entonces, se ilumino un sentido de mi. Uno de mis mayores aprendizajes, dentro del gran aprendizaje de este viaje llamado Vida.
El encuentro con los hombres.
Tuve que admitir para mi misma, que siempre busque estar sola, y nunca con tanto esmero como en cuanto a la pareja.

A veces me he paralizado, he salido corriendo casi literalmente, de cualquier posibilidad de tener pareja. Muchas otras, procure ligarme con algún amor, que como Márquez bien lo describe, era el final de una muerte enunciada, para todos, excepto para mi que parecía despertar de un cachetazo frente a la novedad.

Hoy comprendí que mi mayor desafío, hoy, es perderle miedo al encuentro, al "cruce" de los mundos, descubrirme en un nuevo mundo.

Allí, allí esta esperándome otro tesoro.

Darme cuenta, quizás, que todos los seres humanos de todos los tiempos nos parecemos mas de lo que creemos. Tal vez encontrarme con ese otro, es una nueva forma de encontrarme con esa parte de mi que aun no conozco.
Tal vez, entonces, sea una persona "Integra", cuando aprenda a encontrarme con otros.

Y esto que he sentido en lo mas profundo de mi ser, me ha dejado un regalo por adelantado: ver lo mismo de una forma diferente.

Comprender los finales, las rupturas, las desilusiones, los errores, como parte de un camino que me lleva a sentir cada vez menos miedo, y mayor libertad. A mantenerme en mi centro sin necesidad de vallar mi Ser, a dejar que lleguen a mi otras formas de sentir y de pensar, y a dejarme descubrir otros mundos sin temer.

Con cada fallo que vivo, doy un pasito mas...cada persona que encuentro me da la oportunidad de ser y dar un poco mas, y mejor cada vez, incluso cuando todo salga "mal".

En fin, ir hacia lo "incomodo", sin miedos. Ahí aguarda nuestro mayor tesoro.

Gracias por el tiempo y el respeto.

Buena Vida!

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