Translate

domingo, 22 de septiembre de 2013

Consciencia de Vida por consciencia de Muerte (3er Reflexion)




Calidad de Vida.
Rumear. Si…me sucede una y otra vez. Soy humana, repito, reconozco pero también olvido.
Rumeo lo que me duele, confunde o incomoda demasiado tiempo.
Mientras hablo de cosas agradables o graciosas a oídos de los demás…o insulto, maldigo y me agredo con ninguneos sutiles y de a gotas…o peor aún, hablo con otros de otros.
Olvido el valor importante de la palabra.

La noche anterior después de escuchar a -el alma de- una amiga que me comparte un momento “difícil” que está viviendo, termine SOLTANDOLE mi alma en una conversación y entonces, ahí, me di cuenta…recordé. Me pude leer a mi misma, me pude decir mientras le decía.
Y me pregunte cómo es que hablamos de tantas cosas sin importancia y callamos todo ese nutriente que nos da la experiencia de la Vida, y terminamos pagando por una hora a la semana para…DECIR. Decir todo lo que no nos atrevemos a compartir con los Seres que amamos, por orgullo, vergüenza, dolor, miedo en todas sus formas.
Como es que nos trocamos basura y nos guardamos el tesoro. No aprendimos a compartir lo que vale.
Lo transformador que resulta hablar con alguien de lo pequeña que me llego a sentir a veces (como dice Julieta Venegas en su canción “Debajo de mi lengua”-casualmente) me devolvió al camino…a mi eje.
Y entonces comprendí que en algún momento de esos días pasados, había dejado de escucharme.
La ESCUCHA consciente, otro actor importante en esta obra llamada Vida.
Muy fácilmente olvido lo importante. Por eso siempre tengo a mano cosas pequeñas que me traigan a la experiencia para recordar.
Una de tantas, la película Now is Good.

Ver esta película siempre me conmueve. La primera noche que la vi, fue durante una visita de mi mama y mi hermana más chica. En mi familia hemos tenido momentos difíciles estos últimos años.
Nos hemos lastimado lo suficiente para quedar agotados y aturdidos. Creo que el regalo de eso que vivimos es una sed y reconocimiento enorme por el valor de sentirnos y estar en Paz, cada uno consigo mismo y con el otro.
Una paz que ya no podemos  mendigarle a la Vida, ni exigirle al de al lado, ni en el lazo sanguíneo más intrínseco y cercano.
Estos años han sido un trampolín para cada uno, a desapegarnos, a volar en busca de la vida que cada uno desea, un empujón a buscar nuestros propios caminos como humanos.
Papá fue el primero, y con el seguimos todos. No podemos olvidarnos de nuestro Ser en pos de un conglomerado de personas.
Y así, la vida nos ha regalado la oportunidad de conocernos un poco más a nosotros mismos.
Volviendo a esa noche, recuerdo haberme sentido muy alejada de mi mamá, especialmente. Y al ver esta historia algo conecto dentro mío, para resonar con lo importante.
Por eso siempre está por ahí, a mano, para cuando empiezo a tomarme demasiado en serio, y me creo eterna y soberbia.
Esta historia me recuerda lo hermoso, lo simple y lo pequeño. Y me trae de un tirón hasta el presente, que no es HOY, es ahora, y es un instante…son momentos que hacen al Viaje hacia la mal juzgada y rechazada Muerte.
La Vida y la Muerte.
Pero no, creemos que nos dieron un paquete con 100 años, y hasta tuvimos el tupe de darle a cada edad un conjunto de experiencias y objetivos a cumplir…y nunca nos preguntamos acerca de ello, hace tanto que es así que nos olvidamos que nosotros lo creamos, que fuimos nosotros en un momento muy lejano, muy distinto, los que armamos este molde en el que ahora no encajamos porque …porque la Vida es CAMBIO.

Por qué somos tan relajados para ocuparnos de lo que en verdad importa y tan obstinados para las estupideces de las que nos preocupamos y las cuales usamos como granadas engarzadas en el pecho, para inmolarnos en pos de reglas que no son de nuestra naturaleza. Y solo entonces…cuando estamos hechos añicos en el suelo ( o más abajo todavía), nos preguntamos por qué nos sentimos frustrados, muertos en vida.
Es normal perdernos, una y otra vez, pero que nos sirva para algo al menos.
Darnos cuenta, reconocerlo, comprender y compartir…si fuéramos menos egoístas y habláramos lo importante, entonces seriamos unos para otros los compañeros fieles de esta aventura…ahorraríamos tiempo, que es energía, y seguramente crearíamos más belleza con ella.

Reconocer el Poder de la Vida, sus momentos con sus magias…y volver a respirar.
Hacerme consciente de este Viaje,…y claro, volver a olvidar, es un ejercicio para todo la Vida.
Es un ejercicio de instante en instante.
Conocimiento es saberlo, Sabiduría es aplicarlo.


Buena Vida corazones.

Desde mi más profunda e imperfecta humanidad.

Gaby





No hay comentarios:

Publicar un comentario