¿Cuántas veces se sienten como en ese show donde alguien sostiene con varios palitos unos platos girando con cada parte de su cuerpo? Eso sucede cuando nos decimos que no podemos parar porque, en cuanto perdamos el ritmo, todo se cae. Y así, como truco de habilidad, seguimos sosteniendo a todo y a todos a nuestro alrededor. Parar de golpe no es la solución, pero antes de que nuestro cuerpo lo haga... ¿No será hora que lentamente y uno por uno comencemos a entregar cada palito a quien corresponda? Claro que los demás no van a estar dispuestos a recibirlo, ya se acostumbraron y cómodamente saben que nosotros lo haremos mucho mejor… pero ¿A qué costo? Quizás es hora de comenzar a delegar, que cada quien se haga cargo y seguramente hay cosas importantes que también a nosotros nos están esperando… relegadas.
Mucha vida para todos!!
Carlos.
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