No alcanza con sentirlo: hay que ejercerlo. No es suficiente con que piensen en uno, “te tengan presente”, “te estén por llamar”, recen po...r uno a los dioses de todos los cielos... No alcanza con que lo hagas respecto de los demás. El afecto, O ES UN CONJUNTO DE ACTOS, O NO ES. Una amapola no es una semilla: es una flor. El afecto no es una semilla: es GESTO, PALABRA, CONTACTO, APRECIACIÓN, DEMOSTRACIÓN EMPÍRICA. Vivimos tan apurados, comprimidos, vertidos hacia los afueras innecesarios y los adentros intrascendentes... que el afecto termina siendo algo ABSTRACTO. BAJÉMOSLO AL MUNDO DE LA MATERIA! Esto implica hacer un permanente y alegre ejercicio de PLENA ATENCIÓN. De hecho, a la persona que tiene GESTOS DE GENTILEZA suele decírsele que es “alguien muy atento”. Seámoslo. Pero no sólo con los extraños, o para “parecer educados”. Es pensar en el otro -sin depender de eso- y, a través de esos gestos, colaborar con que la vida vincular sea más fluida, menos ríspida, con más humor, belleza, creatividad sencilla. Aun la gente más simple que sabe amar ejerce estos gestos en forma natural. Sorprender al otro con esa atención. Sorprenderse a sí mismo por la naturalidad con que esos gestos propios vuelven nuestra vida más grata. Necesitamos crear una sociedad más gentil, más afectuosa, más bella. Y así cambian las sociedades: de a uno, de a dos, de a tres. SEAMOS ESE UNO. Y no lo dejemos “para después”. Es HOY. Hoy. (Me lo estoy diciendo para no olvidarlo.)
© Virginia Gawel www.centrotranspersonal.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario