- Así como están, obviamente, las madres “de carne y hueso”, hay algo que es curioso: muchos especialistas de idiomas creen que tamb...ién existió una lengua-madre (el indoeuropeo), con raíces en unos 6.000 años atrás, y de la cual derivaron más de la mitad de los idiomas del mundo. Paradójicamente, la palabra “madre” fue la primera en ser considerada para observar que enmuchísimos idiomas (geográficamente distantes entre sí) se enuncia de manera similar o idéntica. Señalemos, por ejemplo, que los chinos pronuncian “ma-mama” aludiendo a quien los quechuas nombraban con el mismo vocablo (de allí “pachamama”= “Madre Tierra”) mucho antes de la llegada de los españoles, de quienes heredamos nuestra palabra “mamá”. Que haya una lengua-madre que reúna a tantos pueblos me conmueve; me sugiere, por analogía, que una madre (y hablo, ahora sí, de la de carne y hueso) es la que nos posibilita ENUNCIARNOS, PROUNCIARNOS, DECIR LO QUE VINIMOS A DECIR. Si nuestra madre, -nos haya parido o no-, pudo propulsarnos a ser personas que nos expresamos en este mundo, ha cumplido bellamente su función, pues es el Amor la fuerza motriz de ese impulso. Y si así NO fue en nuestra historia, si la madre que nos tocó no supo, no pudo hacerlo, no estuvo... SOMOS NOSOTROS MISMOS QUIENES NECESITAMOS AUTOMATERNIZARNOS: bienamarnos, retirarnos de los lugares o personas que nos hagan mal, respaldarnos internamente para que nos animemos a enunciar aquello en lo que creemos, nuestra más genuina identidad. Y amamantarnos de lo bueno que la vida tenga para ofrecernos. Un saludo especial no sólo a las que sean o hayan sido madres, sino también a hombres y mujeres que estén aprendiendo a ser madres de sí mismos, cualquiera haya sido su historia. Que así sea, celebrando este día, y cada día...
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