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jueves, 30 de enero de 2014

Carlos Sanchez

El cruce de miradas, una sonrisa pasajera, ese pájaro en la ventana, la caricia descuidada de nuestra mascota. Ese simple gesto que, por un instante, hace más luminosa nuestras vidas. Son las pequeñas cosas, a veces las que pensamos insignificantes, las que hacen la diferencia.
Pero hemos aprendido que solo valen las grandes cosas, las que nos obnubilan y atraen. En las que ponemos gran parte d...e nuestra atención, despiertan el deseo y la ambición pero que generalmente nos hace miopes de lo trascendente. A veces sentimos erróneamente que somos pequeños, insignificantes y hasta infelices por no poder tenerlas.
El desafío es ir de lo pequeño a lo grandioso, formando en cada acto, cada gesto y cada acción esa suma de cualidades, sin saltarnos nada, sin desvalorizar nada, sino dándole a cada cosa la importancia real que tiene. Disfrutando de todo, de cada paso, de cada instante. Porque finalmente cada acontecimiento importante se construirá por todas esas pequeñas cosas que, de estar atentos, darán significado a nuestras vidas.

Mucha vida para todos!!

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