Porque llego el momento de encender el mundo > Mía Astral

Tu mente esta hambrienta. Es gracias a ese hambre que tu plato está a full (literal o metafóricamente con miles de cosas por hacer). Es por ese hambre que siempre estas ocupada, quieres devorar tu vida, nunca perderte de nada. Pero…¿sabías que la manera como alimentas tu mente demuestra cómo te conectas con el mundo? ¿Qué pasa cuando lo que te alimenta- eso que te da tanto placer- también te está haciendo esclava? ¿Está alimentando el alma? No. Haz nacido para sentirte libre. Haz nacido para compartir algo, para dar luz, pero te la pasas tomando del mundo, consumiendo todo el tiempo. Y así te conviertes en una proveedora que depende de otro proveedor. Quieres que alguien te alimente de sabiduría con una cuchara de plata y te limitas el crecimiento emocional en el proceso. Piensas que todas las respuestas están afuera porque no has hecho momento para escucharte adentro. No te has dado cuenta que tu corazón está roto, no por culpa de un novio, sino desde siempre, debido a la desconexión entre lo físico y lo divino, por las ganas de sentir satisfacción inmediata. Entonces no puedes saber en realidad de lo que eres capaz y de lo que en realidad deseas. Y dices que quieres encender el mundo… No te diré que salgas a buscar respuestas. Más bien te diré: Quédate encerrada hasta que el silencio rompa tu cabeza de ingenio. No te diré que pares de preguntar, leer o sentir hambre; te diré: calibra lo que buscas. Aprende a distinguir lo que quieres, sepáralo de lo que necesitas. Evita comida chatarra para el cuerpo o el alma. Muerde la mano del que te da de comer porque está previniendo que aprendas a darte tú misma. Atrévete a ser libre, si es lo que en realidad deseas ser. Para de decir “lo siento” solo para perpetuar la relación con aquel que te da poco y no aprecia. No hay más tiempo para matar lentamente. Solo hay tiempo para afirmar y que estas viva. Así que deshazte, reinvéntate, sé que lo has hecho antes. Celebra el dolor y esas emociones que te demuestran la capacidad que tienes para amar, y ahora amate más. No te quedes cómoda dentro de tus límites. La seguridad es adorable pero mata el alma. Aquí, en el centro…atrévete a mirar, atrévete a descubrir que te perteneces