Qué bueno es el silencio cuando no hay nada que decir.
Llamándonos a escuchar, a sentir y a sentirnos.
Qué bueno es ahorrar palabras vacías, respirar pausado y relajar la mente.
Sin más… solo escuchar nuestro propio silencio.
Sin más… solo sentir nuestros propios latidos
Y así, solo dejarnos llevar.
Mucha vida para todos!!
Carlos Sánchez
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