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miércoles, 1 de febrero de 2017

La relatividad del tiempo, lo sútil de la consciencia.

A veces basta un milisegundo para traer al presente todo un archivo de emociones o recuerdos puestos bajo llave, por el bien del momento, 10 años atrás.

Una película. Y de repente me encuentro pidiéndole perdón dentro mio a una vieja amiga que hace años no veo, por haber sido desconsiderada, egoísta, por no haberme parado a pensar el dolor que podía causarle. No voy a desarrollar la historia. No es el punto, aunque a veces nos pueda el morbo.

Me encuentro, a la vez, con la imagen de alguien muy especial, como detenida en mi mente. Busco una foto en la compu. Lo observo, y me abro a recibir el caudal archivado, enterrado, ahora sé,  no lo suficientemente bien. Y sé que es momento, es la oportunidad de mirar con los ojos bien abiertos, de sentir con la sangre recorriendo los viejos estímulos, las viejas escenas, los viejos diálogos, lo que me gustaba, lo que sentía cada vez que él estaba alrededor.

Pienso: tal vez, fue la primera vez que quise a alguien de verdad, porque me recuerdo deseando verlo bien, aunque fuera lejos mío. Yo siempre lo quise, porque siempre lo vi con el corazón.

Pasa la noche, me duermo, pero despierto con la continua sensación de soltar, de pedir perdón, de perdonarme, de comprender, de deshacer los viejos sabores amargos de perder una amistad, dos. Y a la vez, sabiendo que de corazón había hecho mis esfuerzos, y también asumiendo que al final, me permití hacer lo que sentía sabiendo que eso no iba a ser lo mejor para todos.

Extraño lo que sentía estando cerca de él, pero se que es lo mejor porque él nunca sintió lo mismo conmigo. Y en mi nunca se suavizó el efecto de su presencia. Tal vez es un patrón que me despierta. No lo sé.

Mi paz esta, por un lado, en saber que los dos siempre fueron personas con alegría en el corazón, amigueros, siempre rodeados de buena gente. Así que me contenta intuir que están bien. Este round es conmigo misma, teniendo la valentía de ver las cosas como realmente fueron, asumiendo responsabilidades, reconociendo el crecimiento, las malezas que fui arrancando de mi alma, para ir cada vez mas liviana por los días.



Descubriendome perfecta en mi imperfección, Elegida en su no elegirme. Humana, por abrirme a errar, honestamente.

Silenciando mis pasos hasta ser una brisa, suave, de esas que conmueven con la sola presencia. Hacia allí me dirijo.

#Eliminar para #Iluminar.

Gracias por leerme, siempre es #Hoy. Todo esta vivo, y puede ser redimido.

Gaby

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